Cuándo es mejor usar un servidor NAS doméstico frente a la nube
Los usuarios domésticos podemos guardar nuestros archivos y carpetas en la nube pública, como Dropbox, Google Drive, pCloud o cualquier otro servicio de almacenamiento en la nube, o bien podemos utilizar un servidor NAS doméstico para guardarlo todo de manera local. Dependiendo de nuestras necesidades y el presupuesto que tengamos, podemos recurrir a un servicio en la nube pública barato, o bien comprar un modelo de NAS de gama de entrada.
¿Cuándo debería usar un NAS en lugar de la nube?
Los NAS realizan exactamente la misma función que los servicios de almacenamiento en la nube pública, es decir, almacenar los archivos y carpetas que nosotros queramos, e incluso nos permiten tener un histórico con todos los cambios que hayamos realizado en las últimas semanas o meses. Sin embargo, hay muchos usuarios que prefieren tener un NAS en lugar de un servicio de almacenamiento en la nube, debido a que los archivos los tenemos nosotros mismos, y no están en servidores «ajenos». La nube no deja de ser utilizar el servidor de otro para almacenar nuestros datos. A continuación, os explicamos cuándo es mejor usar un NAS y no la nube pública.
Copias de seguridad muy grandes
Si vas a realizar copias de seguridad completas de tu PC, seguramente este backup te ocupe unos 100GB aproximadamente. Generalmente los servidores están conectados a la red local a una velocidad de 1Gbps como mínimo, ya que es posible que en casa tengas una red 2.5G Multigigabit, por lo que la velocidad aumenta hasta los 2,5Gbps reales de velocidad. Una copia de seguridad de 100GB a razón de unos 110MB/s de velocidad (Gigabit Ethernet) te tardará unos 15 minutos aproximadamente, en el caso de tener una conexión a la red local de 2,5Gbps, la velocidad que conseguiremos ronda los 290MB/s aproximadamente, por lo que tardará unos 6 minutos aproximadamente.
Actualmente no hay ninguna nube pública que nos permita subir archivos o carpetas a una velocidad de 110MB/s (1Gbps). Dependiendo de nuestro operador y los acuerdos de peering, podemos tener unas velocidades de entre 30MB/s a 60MB/s en el mejor de los casos, por lo que en el mejor de los casos, nos tardará más del doble en realizar la copia de seguridad.
Si vamos a hacer copias de seguridad incrementales, la primera copia es la que más tardará, y las siguientes tardarán menos porque solamente se suben los datos que cambian en el sistema, no obstante, siempre será más rápido hacer una copia de seguridad en local que no subirla a la nube pública.
Transferencias de archivos muy grandes
Estamos en el mismo caso de antes, si quieres compartir archivos muy grandes, como películas en 4K, imágenes ISO e incluso máquinas virtuales ya creadas a otros equipos de tu red, lo más recomendable es hacerlo a través de un servidor centralizado, porque el rendimiento que obtendrás en la mayoría de los casos será el máximo de la red local. En el caso de tener que compartirlas con otros usuarios de Internet, entonces estaríamos en un caso similar a la nube pública, porque todo el tráfico tendrá que salir a Internet, ya sea a un servidor central (un pCloud, por ejemplo) o bajarlo directamente de nuestro NAS de forma remota.
Si realizas edición de vídeo o fotografía y manejas archivos muy grandes, está claro que te merece la pena tenerlo todo en local para conseguir el mejor rendimiento posible. De hecho, hay modelos más potentes que nos permiten editar directamente en la red local, siempre que tengas una buena red 10G para no tener cuellos de botella. De esta forma, podrías editar directamente desde el almacenamiento de datos sin necesidad de tenerlo en tu propio PC.
Privacidad de los datos
La privacidad de los datos cada vez es más importante para los usuarios, este es uno de los motivos por lo que quieren almacenar sus propios archivos dentro de casa, sin que salgan a Internet ni compartirlos con los servicios de almacenamiento en la nube. Aunque cuando subimos archivos y carpetas a plataformas como Dropbox, OneDrive o Google Drive entre otros servicios, siempre se suelen cifrar nuestros datos en el lado del servidor, la verdad es que al subirlo perdemos el control de nuestros datos. Si vas a utilizar servicios de almacenamiento en la nube, nuestra recomendación es que cifres todo antes en el lado del cliente, para que tanto la transferencia de los datos como el almacenamiento en la nube esté completamente encriptado.
Si almacenas tus propios datos, no dependerás de terceros, además, en el propio NAS también podrías cifrar todo el contenido en los volúmenes, con el objetivo de que tengamos aún mayor privacidad de los datos. Sin esta contraseña de acceso no podemos descifrar el volumen y acceder a todos sus archivos.
Otros usos
También existen otros usos que le podemos dar a un servidor NAS que no podemos hacer con la nube pública, a continuación, tienes algunos de estos usos:
- Montar nuestro propio sistema multimedia como si fuera Netflix o Spotify.
- Configurar servidor VPN
- Gestor de descargas
- Alojar nuestra página web en local
- Videovigilancia con cámaras IP de forma centralizada.
- Virtualizar sistemas operativos
- Usar contenedores Docker para disfrutar de decenas de servicios adicionales.
Tal y como podéis ver, los NAS tienen una gran cantidad de usos y en muchos casos superan claramente a los servicios de almacenamiento. No obstante, podrías usar la nube pública para hacer backups desde el servidor que siempre está encendido, para no tener que dejar siempre tu PC encendido. De esta forma, podríamos hacer copias de seguridad locales y también en la nube, para tener lo mejor de los dos «mundos».
Fuente: RedesZone