30 consejos para trabajar desde casa
Trabajar desde casa es increíble… hasta que tu mascota se sube al teclado y tu vecino se pone creativo y decide fabricar una máquina del tiempo, para la cual necesitará todo tipo de herramientas (cuanto más ruidosas, mejor).
Para muchos profesionales modernos, trabajar desde casa de vez en cuando es un privilegio que las empresas otorgan, pero ¿qué ambiente de trabajo nos permite ser más productivos: la oficina en casa o la oficina real?
En la oficina real son tus colegas quienes a menudo evitan que puedas hacer bien tu trabajo instalándose en tu escritorio, conversando contigo o invitándote a almorzar. Las ventajas sociales de trabajar en una oficina son diversas, pero pueden convertirse en un problema si sueles distraerte fácilmente.
En casa, tú mismo puedes convertirte en tu peor enemigo. Cuando no tienes colegas cerca, las inhibiciones desaparecen (al igual que los pantalones, en ocasiones). En la oficina en casa, no hay un Gran Hermano observándote y no tienes la misma presión u obligación comunitaria de terminar el trabajo. Sin embargo, debes tener en cuenta que existen ciertos lineamientos que harán de tu trabajo en casa algo más productivo.
A continuación, recopilamos una lista de recomendaciones excelentes para trabajar desde casa con ayuda de algunos de nuestros increíbles colegas de trabajo.
30 consejos para trabajar desde casa
- Comienza temprano.
- Haz de cuenta que debes ir a la oficina.
- Organiza el día como si estuvieras en la oficina.
- Ten tu espacio de trabajo.
- No te quedes en casa.
- Evita las redes sociales.
- Comprométete a hacer más.
- Trabaja cuando te sientas sumamente productivo.
- Deja las llamadas para la tarde.
- Concéntrate en una distracción.
- Planifica tus tareas de antemano.
- Recurre a la tecnología para mantenerte conectado.
- Escucha música acorde a tus tareas.
- Usa el tiempo de lavado para cronometrar tus tareas.
- Habla de lo que esperas lograr con alguien que esté en casa contigo.
- Toma un descanso.
- Interactúa con otras personas.
- Prepara tus comidas la noche anterior.
- Decide a qué hora terminarás de trabajar cada día.
- Trabaja con la televisión de fondo.
- Utiliza un segundo monitor.
- Agrega plantas a tu espacio.
- Deja avisos en caso de requerir silencio total.
- Crea una política de home office.
- Implementa una rutina productiva.
- Elabora listas de tareas y jerarquía de actividades.
- Ordena tu espacio de trabajo al fin del día.
- Derriba el mito de las multitareas.
- Ten todo a la mano.
- Conecta tus acciones con tus objetivos y metas.
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Comienza temprano
Si trabajas en una oficina, el viaje al trabajo puede ayudar a despabilarte y sentirte listo y productivo cuando llegas a tu escritorio. En casa, sin embargo, la transición de la almohada al ordenador puede ser más abrupta.
Aunque te resulte difícil de creer, una manera de mejorar tu productividad cuando trabajas en casa es poner manos a la obra apenas te despiertas, o luego de realizar actividad física en la mañana. Comenzar un proyecto apenas te levantas de la cama puede ser clave para progresar más rápidamente durante el día. De lo contrario, te arriesgas a que un desayuno prolongado y la pereza innata de la mañana se lleven tu motivación.
«Cuando trabajo desde casa, me levanto, preparo una taza de café y pongo manos a la obra de inmediato, mucho antes que en el horario de trabajo habitual. Solo me levanto a prepararme el desayuno cuando me siento desmotivada o necesito un descanso. Me siento sumamente productiva por la mañana, y descubrí que puedo avanzar mucho más rápido si comienzo temprano. Esta rutina es ideal para mí».
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Haz de cuenta que debes ir a la oficina
Las ideas asociadas al trabajo en una oficina real pueden hacer que te sientas más productivo, y no tienes por qué renunciar a ellas si trabajas desde casa.
Cuando trabajas en tu hogar, continúa la rutina que seguirías si fueras a una oficina: programa la alarma del despertador, prepárate café y vístete bien. Los navegadores de Internet como Google Chrome incluso te permiten configurar múltiples cuentas con distintas barras de herramientas en la parte superior. Por ejemplo, una barra de herramientas para el trabajo en casa y otra para el trabajo en la oficina.
«Alístate para afrontar tus tareas y haz de cuenta que vas a trabajar. De lo contrario, corres el riesgo de pasarte el día en la cama».
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Organiza el día como si estuvieras en la oficina
Cuando trabajas en casa, eres tu propio jefe, pero si no tienes reuniones o compromisos que te den pequeños descansos durante el día podrías perder la concentración o terminar agotado. ¡A veces olvidamos hasta lavarnos las manos!
Para mantener una organización, divide tus tareas del día y en qué momento las llevarás a cabo. Si tienes un calendario en línea, crea eventos personales y recordatorios para pasar de una tarea a otra. Con el Calendario de Google puedes hacer esto fácilmente.
«¿Cuando estás en la oficina dedicas la mañana a escribir? Haz lo mismo en casa. Aunque probablemente trabajes más rápido en casa que en la oficina, esta estructura te ayudará a mantener la concentración y la productividad».
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Ten tu espacio de trabajo
Que no trabajes en una oficina no significa que no puedas tener tu propia oficina. En lugar de tumbarte en el sofá o en la cama (lugares que asociamos con actividades propias de nuestro tiempo libre), asigna una habitación o un espacio específicos para trabajar. Puedes incluso aplicar muchas de las estrategias de limpieza de oficina en tu propio espacio de trabajo en casa. Tener tu espacio de trabajo ordenado y limpio también evitará cualquier accidente que puedas sufrir producto del desorden.
«Ten tu propio espacio de trabajo. Puede ser una mesa o una silla específicas, una cafetería cercana o algún lugar que se transforme en tu “lugar de trabajo”. Te ayudará a adoptar una actitud productiva».
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No te quedes en casa
¿El teletrabajo no te resulta práctico? Entonces sal. Las cafeterías, las bibliotecas, los lugares públicos y otros espacios con Wi-Fi pueden simular un entorno de oficina que te permitirá mantener la productividad, aun cuando no te encuentres en una oficina real. De hecho, moverte es una práctica que debes tener en cuenta, incluso cuando regreses a la oficina.
También puedes aprovechar este tiempo para realizar algunos ejercicios de higiene postural.
«Voy a trabajar a un local de Starbucks, Dunkin’ Donuts o cualquier otro espacio con Wi-Fi que tenga mesas, sillas y donde haya otras personas. El ruido, las voces, etc., ayudan a simular un entorno de oficina y me permiten trabajar mejor que en el silencio de mi casa. También elimina las distracciones que suelen acechar en casa, como la necesidad de limpiar mi cuarto, lavar la ropa o ver la televisión.
Me niego a convertirme en una de esas personas que se sientan en una cafetería y no hacen nada; esto me motiva a evitar las distracciones como Facebook y demostrar que es posible trabajar en un lugar público».
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Evita las redes sociales
Las redes sociales están diseñadas para que puedas abrirlas y consultarlas en un instante, pero si estás trabajando esto puede perjudicar tu productividad y concentración.
Evita acceder a las redes sociales sociales durante el horario laboral porque estas plataformas tienen un poder adictivo. También puedes considerar la idea de trabajar en una ventana privada o, si usas Chrome, una ventana «de incógnito». De esta manera, no iniciarás sesión en ninguna de tus cuentas y cada búsqueda web que hagas no completará automáticamente las palabras que escribes. Te garantizo que así evitarás tomar demasiados «descansos» durante el día.
«Elimino todas las redes sociales de la barra de marcadores. Aunque intento evitar revisarlas, en momentos de inactividad siento el impulso irrefrenable de hacerlo. Puedes terminar consultándolas inadvertidamente, por lo que eliminarlas es la opción más segura si quieres mantener la productividad».
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Comprométete a hacer más
Los proyectos siempre llevan más tiempo del estimado inicialmente, por lo que a menudo logramos hacer menos de lo planeado. Al igual que debemos prolongar un poco el tiempo que dedicaremos a una actividad, también debemos sobreestimar el número de tareas que llevaremos a cabo durante el día. Aun si no alcanzas el objetivo, terminarás el día con una lista de tareas concretas completadas. Sea como fuere, intenta siempre adoptar hábitos que maximicen tu rendimiento.
«En el equipo tenemos una reunión todas las mañanas donde compartimos lo que haremos durante el día. Cuando trabajo desde casa suelo exagerar un poco al hablar sobre mis entregas del día. Me obliga a ser honesto, de modo que, aunque sienta ganas de hacer otra cosa, sé que me comprometí con mi equipo a entregar una cierta cantidad de trabajo».
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Trabaja cuando te sientas sumamente productivo
Nadie mantiene la productividad constante durante todo el día. Es normal que tu nivel de motivación varíe. Sin embargo, cuando trabajas en casa es muy importante saber cuándo ocurren estas fluctuaciones y tener un plan.
Si quieres aprovechar al máximo tus periodos de mayor productividad, reserva las tareas más difíciles cuando sepas que tendrás tu mente en ellas al 100 %. Usa los periodos de menos motivación para completar las actividades logísticas más sencillas. OCC destaca la importancia de iniciar temprano las jornadas de trabajo, porque así puedes hacer más cosas de forma eficaz y pueden ayudarte a cobrar impulso para emprender los proyectos más difíciles que te depara el día.
«En mi caso, las horas más productivas son temprano por la mañana o tarde por la noche, por lo que trato de planificar mi día en torno a eso. Escuchar música que me motive también resulta útil».
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Deja las llamadas para la tarde
A veces me siento tan cansado por la mañana que no quiero ni escuchar el sonido de mi propia voz, mucho menos tener que hablar con otros. No conviene tomarse demasiado tiempo para comenzar a trabajar en la mañana, pero sí puedes esperar un poco antes de colaborar directamente con otros.
Si te cuesta organizar una rutina razonable cuando trabajas desde casa, empieza el día con las tareas que debes llevar a cabo tú solo. Deja las llamadas telefónicas, las reuniones y otro tipo de trabajo colaborativo para cuando te sientas bien despierto.
«Aprovecha las horas de la mañana cuando te sientes más irritable para trabajar en los proyectos más importantes y deja las llamadas o las reuniones virtuales para la tarde».
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Concéntrate en una distracción
Hay un dicho popular que reza: «Si quieres hacer algo, pídeselo a una persona ocupada».
Es extraño, pero una de las reglas de la productividad es que cuanto más ocupado estás, más productivo eres. Es como la ley de la inercia de Newton: todo cuerpo en movimiento tiende a seguir en movimiento. Si no te mueves, seguirás así. Las personas ocupadas se mueven tanto que siempre tienen la motivación para completar cualquier tarea que se les presente.
Desafortunadamente, es difícil hallar tareas que te ayuden a alcanzar ese nivel de productividad cuando trabajas desde casa. Tu motivación puede cambiar de un momento a otro. Pam Vaugham, directora de marketing de HubSpot, recomienda centrarse en una actividad que te permita mantener un cierto ritmo. En su caso, es su hija.
«Cuando trabajo desde casa, estoy con mi hija de 20 meses de edad. Esto parece una desventaja, pero como tengo que ocuparme de ella y mantenerla entretenida mientras realizo mi trabajo, esta presión me ayuda a conservar la concentración. Cuando ella toma una siesta o está entretenida con algo, me vuelvo el ser más productivo del mundo.
Esto explica por qué algunos trabajan mejor cuando tienen agendas muy ocupadas: aprendes a administrar el tiempo con verdadera eficacia. La “distracción” que representa mi hija me impide distraerme con otras tareas del hogar, como poner a lavar la ropa, ver la televisión o limpiar. De lo contrario, nunca terminaría mi trabajo».
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Planifica tus tareas de antemano
Dedicar demasiado tiempo a definir lo que harás durante el día puede evitar que llegues a completar esas tareas. Además, si planeas tu lista de tareas con tan poco tiempo, podrías sentirte tentado a cambiar algo sobre la marcha.
Modificar lo que necesites en tu agenda es importante, pero también lo es respetar las actividades programadas para el día. Trata de registrar las tareas en tu agenda el día anterior. Esto hará que tengan más peso cuando pongas manos a la obra al día siguiente. Incluso, sabrás en qué momentos del día podrás tomar una pausa activa.
«Si planeo trabajar desde casa, me aseguro de llevar a cabo todas las tareas que solo puedo hacer desde la oficina. Por ejemplo, si estoy con una tarea que sería mucho más fácil de completar en un monitor más grande que el de mi casa, o si necesito programar reuniones presenciales con colegas. Planifica tu semana con tiempo para optimizar cada entorno de trabajo».
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Recurre a la tecnología para mantenerte conectado
Trabajar en casa puede ayudarte a concentrarte en tu trabajo en el corto plazo, pero también puede hacerte sentir ajeno a lo que sucede en la oficina. Las apps de mensajes y las herramientas de videoconferencias pueden ayudarte a mantener la comunicación con tus colegas y apreciar cómo impacta tu trabajo.
«En parte, lo que hoy nos permite trabajar más desde casa es la variedad de apps y herramientas diseñadas para ayudar a eliminar las distancias entre miembros de un equipo. Hallar las herramientas adecuadas para estar siempre conectado con tu equipo es importante para mantener la productividad en casa.
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Escucha música acorde a tus tareas
Durante la semana, la música es tu compañera emocional, y en el trabajo las mejores listas de música son aquellas que acompañan la energía de cada proyecto en el que trabajas. Las bandas de sonido de videojuegos son excelentes para esto. En los juegos, esta música instrumental está diseñada para que mantengas la concentración y combatas las molestias asociadas a dolores como la migraña; tiene sentido que también te ayude en tu trabajo
¿Quieres algunas recomendaciones? Echa un vistazo a las preferencias musicales de Ginny Mineo a continuación.
«Cuando estoy revisando mi casilla de correo electrónico, necesito escuchar algo intenso y pegadizo como Nicki Minaj o Miley Cyrus; pero cuando escribo, Tom Petty es quien hace la magia. Descubrir el tipo de música que me motiva llevar a cabo distintas tareas cambió totalmente mi productividad cuando trabajo desde casa».
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Usa el tiempo de lavado para cronometrar tus tareas
Quizá hayas oído que escuchar dos o tres canciones en la ducha puede ayudarte a ahorrar agua. Es cierto. Escuchar algunas canciones completas te recuerda el tiempo que llevas en el baño.
El mismo principio puede ayudarte a mantener la concentración en una tarea cuando trabajas desde casa, pero en lugar de tres canciones de tu lista de música, pon a lavar la ropa.
Lavar la ropa hará las veces de temporizador. Usa el tiempo de lavado para completar tu lista de tareas pendientes. Tratar de terminar una tarea durante el ciclo de lavado y otra tarea durante el secado puede ayudarte a mejorar la eficiencia al momento de lidiar con tareas que, técnicamente, podrían llevarte un día entero.
«Ya lo mencionaron, pero levantarse temprano y poner manos a la obra antes de que los demás se conecten funciona para mí. A menudo suelo lavar la ropa cuando trabajo desde casa y fijo metas cortas que se correspondan con los ciclos de lavado. Si estoy trabajando en un artículo, me propongo llegar hasta un cierto punto antes de que termine el ciclo de lavado. Luego me pongo otro objetivo para el ciclo de secado».
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Habla de lo que esperas lograr con alguien que esté en casa contigo
Quizá estés trabajando desde casa, pero tienes compañía. Asegúrate de que tus compañeros, hermanos, padres, parejas y hasta mascotas (bien, quizá no las mascotas) respeten tu espacio durante las jornadas laborables. El hecho de que estés trabajando en casa no significa que estés realmente en casa.
«Si no estás solo en casa mientras trabajas, debes dejar claro que cuando estás en tu “oficina” (en mi caso, la señal para mi familia es tener los auriculares puestos) estás trabajando, incluso si parece que simplemente estás pasando el rato. Es muy fácil distraerse con las tareas del hogar».
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Toma un descanso
Es tan fácil distraerse cuando trabajas en casa que puede tentarte la idea de no tomar nunca un descanso para evitar esta situación. No permitas que la culpa de trabajar desde la comodidad de tu hogar te evite tomar pequeños descansos. Incluso en casa se puede sufrir de estrés laboral. En lugar de simplemente abrir YouTube y ver algunos videos, aprovecha tus descansos para alejarte del escritorio. Sal a dar un paseo o pasa algo de tiempo con quien esté contigo en casa. Tu postura te lo agradecerá.
Eso sí, evita al máximo procrastinar.
«Tomarte un descanso para cocinar o almorzar puede ayudarte a recargar energías y mejorar tu productividad. No pienses que debes trabajar todo el tiempo que estás en tu casa para ser más productivo».
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Interactúa con otras personas
Estás trabajando desde casa, no desde la Luna. Interactuar con otras formas de vida durante el día está permitido, incluso si no son colegas de trabajo. De hecho, es una excelente idea ver a otras personas durante el día cuando pasas tanto tiempo solo.
Recuerda que el hecho de hacer home office no significa que no tengas alternativas para interactuar o convivir con otras personas. Saber cómo aprovechar el acceso remoto con tu organización e interactuar cambiará tu productividad en casa y te ayudará a estar en constante contacto con quien lo necesites.
«Sal y habla con alguien: pide un café en un bar, haz un mandado, lo que sea. Te ayudará a mantener la cordura».
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Prepara tus comidas la noche anterior
Cuando estás en tu casa, puede resultar tentador dedicar tiempo a prepararte un buen desayuno o almuerzo, con todo lo que eso implica. No pierdas tiempo valioso preparando la comida del día: cocina el día anterior.
Cocinar de antemano te garantiza tiempo para disfrutar de la comida y evita que malgastes energía en tareas que no se relacionan con tu trabajo. Comer bien durante el trabajo, ya sea en casa o en la oficina, es fundamental. Y no olvides tener a la mano snacks saludables para calmar cualquier antojo.
«Cocinar en casa implica dedicarte a una tarea que no hubieras hecho en la oficina, y puede quitarte mucho tiempo. Para evitar esto, intento preparar las comidas la noche anterior, tal como lo hago cuando voy a la oficina».
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Decide a qué hora terminarás de trabajar cada día
Quizá pienses que trabajar en casa te permitirá equilibrar mejor tu vida personal y laboral, pero ten cuidado. Trabajar en casa también puede parecerse, por momentos, a trabajar en un casino: puedes compenetrarte tanto con una tarea que terminas perdiendo la noción del tiempo. Y si te agotas, no puedes fingir que estás enfermo para no ir a la oficina.
En la oficina, son tus colegas quienes te recuerdan que es hora de irte a casa. Para adaptar una flexibilidad horaria en casa, puedes programar una alarma que señalice el fin de tu día laboral. No tienes que dejar de trabajar en ese preciso instante, pero saber que el día de trabajo técnicamente terminó puede contribuir a dar por terminada la jornada.
«Si trabajas desde casa a tiempo completo (o todos los días), es muy fácil mezclar tu vida laboral y tu vida personal. Separar ambas es importante para lograr un equilibrio».
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Trabaja con la televisión de fondo
Si eres una persona fanática de los ruidos comunes que se generan en una oficina y no te gusta trabajar en silencio, puedes optar por encender la televisión y mantenerla en bajo volumen para evitar que te distraiga. Si necesitas vivir toda la experiencia de una oficina real, puedes buscar en YouTube «Sonidos de oficina», que te brindará una gran lista de sugerencias que puedes utilizar.
«Los primeros dos años tras haber terminado la universidad, trabajé desde casa como escritor independiente. De todos los consejos, trucos y secretos que descubrí para mejorar mi productividad en casa hay uno que se destaca: poner de fondo History Channel. No bromeo. Tan solo pon ese canal de fondo a un volumen bajo y te garantizo que trabajarás mejor. No estoy seguro de por qué esta táctica funciona, pero seguramente tiene que ver con la presencia de alienígenas ancestrales».
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Utiliza un segundo monitor
Puede parecer un consejo básico, pero ten por seguro que cambiará la forma en que trabajas hoy en día. Ya sea que cuentes con una computadora de escritorio o una portátil, una pantalla adicional te facilita realizar más tareas, sobre todo si tu trabajo consiste en diseñar o realizar múltiples búsquedas e investigaciones.
Durante toda una jornada de trabajo las ventanas de búsqueda se van acumulando, lo que puede llegar a agobiarte u ocasionar que tu equipo sea más lento para trabajar. Si instalas un segundo monitor podrás lograr que la multitarea sea más accesible y tendrás una mejor organización para tu trabajo.
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Agrega plantas a tu espacio
Poner un poco de naturaleza en tu espacio de trabajo en casa no solo le brindará a tu mirada un color fresco y vivo, sino que también puede traer beneficios como la disminución de estrés. Por ejemplo, según algunas investigaciones, el estrés psicológico puede disminuirse y mejoran el bienestar y la capacidad de atención.
Ahora, si no deseas tener una responsabilidad más en tu día, elige una planta que sea más fácil de mantener. Recuerda que tener plantas en casa también ayuda a mejorar la calidad del aire.
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Deja avisos en caso de requerir silencio total
Sabemos que trabajar en casa puede ser complicado. Sobre todo cuando debes atender una llamada de un cliente o tienes una junta con tus colaboradores. Después de todo, estás en casa y si vives con alguien más (pareja, hijos, compañeros de cuarto, familiares) es normal que los ruidos no puedan evitarse.
Si tienes en agenda una videollamada muy importante con algún cliente, puedes avisar desde días antes y por la mañana mandarles un recordatorio a través de un mensaje a los dispositivos móviles o incluso dejar algunas notas por toda la casa para que no olviden hacer el menor ruido posible.
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Crea una política de home office
También puedes crear una política de home office que te ayude a establecer lineamientos en casa que cada miembro debe seguir. Recuerda que si todos mantienen una rutina organizada habrá menos necesidad de tener que pasear por todo tu hogar en busca de un lugar tranquilo o tener que hacer pausas constantes para pedir que disminuyan el ruido. Además, si vives con más personas que trabajan desde casa, todos se beneficiarán.
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Implementa una rutina productiva
Nuestra colega Aja Frost escribió un libro para trabajar de forma efectiva desde casa: Work —from— Home Hacks (Trucos para trabajar desde casa), del cual hemos tomado algunos consejos para compartir.
Una gran sugerencia es establecer una rutina de trabajo en casa enfocada en la productividad; por ejemplo, con estrategias para comunicarse entre equipos y hacer consensos que hagan fluir la labor.
«Encuentra nuevas estrategias de comunicación con tus equipos y colegas con los que trabajas a distancia; por ejemplo, determina en qué momentos usarán el email, en qué circunstancias un mensaje y cuándo harán un Zoom.»
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Elabora listas de tareas y jerarquía de actividades
Jeroen Sangers es un experto en productividad y recomienda crear listas de tareas y jerarquizar las actividades que deben realizarse durante el día.
«Cuando hago una lista de tareas, estas van ligadas a mis objetivos y responsabilidades. Si apunto una nueva tarea, entonces debo comprometerme a hacerla.»
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Ordena tu espacio de trabajo al fin del día
Por más que estés cansado o que haya sido un día atareado es fundamental que dejes todo en orden en tu espacio de trabajo cuando termine tu día laboral. Hemos visto lo esencial que es contar con tu propio espacio en casa; de igual forma es importante que al comenzar el día esté en orden.
«Trabajar en un lugar sucio o desordenado afectará tu concentración y se incrementan las posibilidades de procrastinar. Cuando termines tu día laboral utiliza 5 minutos para poner todo en orden, organiza papales, recoge vasos, etc.»
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Derriba el mito de las multitareas
Hay una tendencia a pensar que cada vez más las personas son multitareas, es decir, que pueden realizar varias actividades a la vez; pero esto es falso y trabajar así no es productivo. De acuerdo con el especialista en neuroproductividad, Miquel Nadal, pasar de una tarea a otro es desgastante para el cerebro, así que lo mejor es enfocarse en una sola tarea hasta terminarla.
«Es importante hacer las tareas una por una, la multitarea no es una buena idea cuando quieres trabajar productivamente.»
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Ten todo a la mano
El orden siempre será productivo. Una persona puede perder mucho tiempo cuando busca documentos, una libreta, una pluma, un contacto que no encuentra, y en ese proceso de búsqueda abre la puerta a más distracciones.
«Crea un sistema personal para encontrar lo que necesitas, cuando lo necesitas. Puedes ordenar tus papeles alfabéticamente o por fecha, por tipo de documento, importancia, por la acción que requieren, etc.»
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Conecta tus acciones con tu objetivos y metas
El trabajo en casa exige una perspectiva correcta y no olvidar tus objetivos y metas. Te ayudará a identificar que si una tarea no ayuda a cumplir algún objetivo, no es necesario que la hagas.
«La perspectiva la entiendo como tu capacidad para conectar tus acciones con tus objetivos, lo cual te ayuda a elegir con base en tus prioridades.»
Entonces, recordemos:
Recomendaciones para padres de familia para trabajar en casa
Los consejos anteriores son muy útiles, pero es claro que todos los hogares son diferentes y habrá factores o dinámicas particulares que deberás tener en cuenta para configurar una mejor forma de trabajo en casa.
Todos los integrantes de la familia pasarán por una etapa de transición cuando tomas la opción del teletrabajo. Aquí tienes 5 claves fundamentales para que tú y tu familia se desempeñen de forma óptima en casa.
Comunicación: hay que comunicar en todo momento, explicar a cada miembro de la familia lo que conlleva el trabajo en caso, qué es, por qué lo haces y cuál es el papel de cada uno.
Integración: evita el autoritarismo; antes de imponer reglas, integra a la familia para que conozcan la situación y lleguen a consensos.
Organización: planea, determina horarios, establece espacios y estrategias para comunicarte con los miembros de la familia en caso de que requieras silencio o si estás en un tiempo de descanso.
Flexibilidad: recuerda que el trabajo en casa no es el estado natural del hogar, así que debes ser flexible y mostrar empatía para desarrollar una mejor convivencia que permita el equilibrio entre el aspecto laboral y la vida familiar.
Convive y agradece: date un tiempo de calidad para convivir con tu familia y aprovecha para agradecer el esfuerzo que están haciendo por adaptarse.
Trabajar en casa puede ser un gran reto pero también una oportunidad para ser más productivo.